A veces me pregunto en qué país vivo. En serio. Resulta que tenemos un presidente que no comparece para no joderla, para no decir que los medios de comunicación tienen parte, al menos, de razón respecto a todo lo que han cobrado gracias a las donaciones ilegales que se han repartido. Él incluido. Resulta que Bárcenas, al que quieren desmentir pero no hay manera, va tirando poco a poco de la manta, la manta de la avaricia y de la ilegalidad, un secreto a voces del que muchos se beneficiaban. Ahora, con papeles que no son fotocopias, Rajoy anda acojonado, porque sabe que puso la mano y cogió dinero que nunca declaró a Hacienda. Mucho dinero. El resto de los grupos del Parlamento piden una comparecencia absolutamente justa y dice que ya ha explicado demasiado. ¿Demasiado? No so gaviotas, son cuervos carroñeros. Todos ellos. No tenía que comparecer. Tenía que dimitir y largarse de La Moncloa cuanto antes.
El resto de los españoles y residentes seguimos soportando las políticas homófobas y de otras épocas afines al PP. Nos hemos enterado que una de esas ladronas, porque yo paso y me como la palabra presunta, deja fuera de la reproducción asistida a mujeres sin pareja y lesbianas. Supongo que lo que se ahorre se lo gastará en confeti de un cumpleaños de uno de sus niños. O en la defensa del mangante de su exmarido. Ella, por cuenta propia, decide que no tenemos derecho a ser madres, pero que si nos violan, lo seremos por huevos. Ana Mato no se entera. ¿Cómo vamos a recuperar todos estos daños cuando se vayan los cuervos carroñeros? El trabajo del próximo gobierno para recomponer estos destrozos va a ser mayúsculo. Señoras y señores, el estado de bienestar, de la igualdad que tanto nos costó construir se lo han cargado estos sinvergüenzas en año y medio. Impresionante su gestión de mierda. De verdad, sólo pedimos una cosa: que se vayan los antes posible porque, si no, los tendremos que echar. Lucha y fuerza amigos!!
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